Como ya sabes, nos apasiona la noche de Halloween. Nos encaaaanta!! No sabemos disimularlo… Pero hay algo que nosotros también sabemos: que hay gente a la que no le gusta disfrazarse para celebrarla.
Pues eso, que hay personas a las que esto de los disfraces y accesorios de terror no es su fuerte, que no les encanta como a nosotros lo de salir de casa con una ropa que no es la habitual ni le gusta eso del truco o trato. Pero tranquilo, si eres uno de esos hoy este post está dedicado a ti. Porque queremos darte 10 razones para disfrazarte en Halloween, para que descubras la magia de lucir un atuendo terrorífico en la noche de los muertos.
1. Es una excusa más para ligar
Si te da vergüenza hablar con ese chico o chica que ves todos los días… ¿no te parece genial hacerlo parapetado detrás de tu máscara? En las fiestas de Halloween la gente se desinhibe, todos se lo pasan en grande con sus disfraces y la vergüenza queda siempre al otro lado de la puerta, por lo que seguro que te resulta más fácil acercarte a esa persona que te gusta y empezar una conversación con ella.
2. Puedes ir tan sexy o elegante como quieras
Disfrazarse en Halloween no quiere decir que tengas que ir lleno de sangre y vísceras por todas partes. Hay disfraces muy elegantes y también muy sexys, según cómo te apetezca ir.
3. Porque te puedes ver ridículo y no pasa nada…
Vale. Quizá si no te gusta disfrazarte tal vez te veas un poco ridículo ataviado de esta forma, sobre todo si esta temática de miedo no es tu fuerte… Pero ¡no pasa nada! Lo raro va a ser que vayas a la fiesta con tu ropa habitual, o peor aún, que te quedes en casa sin ir… Así que fuera complejos y a disfrutar de la noche de Halloween.
4. Es la mejor manera de disimular si te aburres
¿Qué mejor que una horripilante máscara de zombie detrás de la que ocultar tu aburrimiento? Que creemos que no va a suceder, pero si la fiesta a la que acudes es más un compromiso que algo que verdaderamente te apetezca, nada mejor que un disfraz para camuflar tu hastío y dejar de forzar esa sonrisa que no te apetece regalar a nadie.
5. En Halloween todo vale
Con todo vale nos referimos a los disfraces. Es decir. Puedes ponerte una máscara de payaso, pintarte la cara de blanco y los ojos de negro, vestirte de rojo demonio, ser una bruja, una calabaza, cogerte un machete y ponerte una camiseta blanca con manchas rojas, una prótesis de látex en forma de herida sangrienta… ¡Todo tiene cabida! Así que en menos tiempo del que te imaginas tendrás listo un disfraz apropiado para Halloween.
6. Puedes convertirte en tu personaje preferido
¿Te gustan las pelis de miedo pero no te gusta disfrazarte en Halloween? Entonces, ¿qué mejor razón para hacerlo que ser aquel personaje cinematográfico que te apasiona? Jason de Viernes 13, Chucky, el protagonista de Scream… ¡Es el momento de convertirte en uno de ellos! Y, desde luego, si no lo haces esa noche no creo que tengas más oportunidades…
7. Estarás más integrado en las conversaciones de la oficina
Pocas cosas hay más aburridas que llegar a trabajar y no tener nada que contar. O lo que es peor. Que todos cuenten lo bien que se lo han pasado con sus disfraces de Halloween, las risas que se echaron cuando sucedió tal cosa… Y tú con cara de póquer sin poder intervenir. ¡Esto se acabó! Tienes que formar parte de esas historias divertidas y solo lo puedes hacer desde dentro.
8. Con muy poco será suficiente
Si todavía no te hemos convencido de lo divertido que es disfrazarse en Halloween, recuerda que con muy poco estarás perfectamente ambientado. Hay muchas ideas disfraces de Halloween discretos y llevaderos para gente a la que, como tú, eso de disfrazarse no le apasiona especialmente. Puede bastar con una máscara, una prótesis de herida para la cara, o una camiseta de rayas a lo Freddy Krueger. Incluso si no te gusta la temática de terror, te puedes disfrazar de prácticamente cualquier cosa. ¿Te gustan más los superhéroes que los vampiros? ¡Superman y Batman también pueden vivir una fiesta inolvidable!
9. Puedes ir a juego con toda tu familia
Las fiestas de Halloween en familia también son muy divertidas, sobre todo porque a los niños les encantan. ¿Te vas a perder la oportunidad de verles disfrutar, y de disfrutar tú con ellos? ¡No lo podemos permitir! Incluso tu mascota puede participar del evento.
10. Estimulas tu creatividad
Venga, ¡dale al coco! Disfrazarse es un ejercicio de creatividad, de pensar con qué sorprender, o en tu caso si no es lo que más te gusta del mundo, de dar con ese disfraz fácil y cómodo con el que puedas sentirte a gusto a pesar de que no te apasiona esta celebración… Asúmelo como un reto, y pon todo de tu parte para superarlo.
Esperamos haberte convencido un poquito o al menos abierto una pequeña luz en tu cabeza que te haga replantearte la idea de escapar de los disfraces de Halloween. Echa a volar tu imaginación, fuera pereza y a pasarlo en grande.