Todo salió de una tarde de cervezas entre trabajadores de Funidelia. Buscando ideas para celebrar el estreno de la nueva película del superhéroe, se nos vino a la cabeza una idea un poco loca: grabar al hombre araña escalando en plena naturaleza, en un sitio realmente espectacular.
El origen del proyecto
El entorno urbano es lo más típico pero también algo que todos hemos visto mil veces, por lo que no queríamos simplemente a un escalador trepando por un edificio… Además, ¿quién dijo que Peter Parker nunca sale de la ciudad? Y así empezó esta aventura que nos conduce a Riglos con dos escaladores, un dron y un equipo de producción audiovisual.
Preparación: encontrando al Spider-man trepador
Encontrar a un escalador dispuesto a disfrazarse no fue una tarea fácil. Aunque encontramos todo tipos de perfiles, éramos conscientes de que el mundo de la escalada tiene cierta seriedad y no cualquier montañero estaría dispuesto a hacer las locuras que ideamos habitualmente en Funidelia. Al final fue Ricardo Salgado quien aceptó el reto. El sería nuestro Spider-Man y asesor técnico para esta producción tan poco habitual.
El día del rodaje
Salimos de Zaragoza a las 6 de la mañana para empezar a grabar de madrugada. Por temas de encuadre, elegimos las vías del Puro y Mallo Pisón, en Riglos, para grabar la mayoría de los planos. El plano final se haría en la cima del Puro, una ubicación que ofrece una fotografía única por las vistas al valle y por el tamaño tan reducido de la cima. Afortunadamente, teníamos la seguridad que Ricardo podía escalar casi cualquier vía de Riglos ya que lleva entrenando por los Mallos desde hace años.
La clave, vestuario con libertad de movimientos
Para la grabación utilizamos dos disfraces de Spiderman de Morphsuits, muy finitos y ligeros para permitir esfuerzos intensos y movimientos en un día caluroso de verano, como lo fue el día del rodaje. Uno de ellos intacto, para planos de cerca, y otro preparado con aberturas para las manos y la cuerda, colocando el arnés debajo del disfraz para algunos planos…
Evidentemente, aunque no aparecen en la mayoría de los planos finales (gracias a la postproducción) la grabación se hizo con cuerda y con medidas de seguridad perfectamente calculadas. En ningún momento se planteó poner en riesgo a una persona para la producción del vídeo…
Y, al fin, ¡conseguido! El Hombre Araña subió al Puro
Tras colocar las manos del traje y la máscara, que permitían una visión muy reducida para el escalador, Spider-Man comenzó a escalar. Incluso los tramos más técnicos (nivel 6b) de la ascensión se realizaron con máscara y guantes, algo bastante infernal para la exigencia que la escalada ya suponía por si misma.
La llegada a la cima del Puro se realizó de madrugada tras dos horas y media de subida. Comunicar con nuestro “actor” fue uno de los mayores retos, ya que la altura impedía el contacto directo por voz. Incluso tener la referencia visual de Ricardo durante el ascenso era complicada porque la vía llega a pasar por detrás del Puro y hace que los escaladores permanezcan «escondidos» a la vista durante mucho tiempo. Así que la comunicación con el equipo audiovisual debíamos realizarla por teléfono a través del compañero de ascenso de Ricardo, Raúl Capistros, quien hacía de intermediario para dar las instrucciones al «prota».
Por la tarde, pudimos grabar bastantes escenas de cerca, así que hicimos algunos planos en el Pisón para los que Ricardo tuvo que efectuar otra ascensión hasta casi mitad de la pared, gracias a lo que pudimos tener la escena inicial boca abajo del vídeo en la que Spider-Man pierde su teléfono móvil. Para esta escena, Ricardo, se colgó de la cuerda, y añadimos la telaraña de Spider-Man en postproducción.
